El lugar donde hoy se encuentra esta plaza se cree que en su día ocupó parte del Circo Romano. Las intervenciones arqueológicas han rescatado, de esta época, unos fabulosos mosaicos, expuestos en el Alcázar de los Reyes Cristianos. La actual disposición rectangular y porticada con arcos en su parte inferior, entronca esta construcción con las realizadas en las ciudades castellanas, lo que la constituye como única de su especie en Andalucía. Antiguamente se utilizaba como plaza de toros, conservando aún hoy una calleja llamada Toril. Después de pasar por zona de celebración de actos de fe, pregones y ejecuciones durante la Invasión Francesa, hoy puede disfrutarse de una amplia gama de cafés y bares de copas.